martes, 24 de julio de 2018

Diálogos de besugos



Guardar las formas, aparentar o eso de "el postureo", es algo que sin duda ha estado haciendo razonablemente bien el actual presidente del Gobierno, Sánchez. No se enerven tan rápido, creo que nunca un presidente había dado tanto juego en materia de comunicación política gestual y eso hay que reconocérselo, está utilizando todo el repertorio.




No es menos cierto que tarde o temprano se acaban cometiendo errores, nadie está libre de ello. Además la vida real, aunque estemos en verano, nos empuja a incómodos dilemas como qué hacer cuando Puigdemont se hace con el poder de uno de tus socios y fiel a su estrategia política te espeta "al enemigo ni agua" aunque tú hayas desplegado todo el catálogo gestual buenrrollista posible. Carles está a "altres coses", y el enemigo también eres tú, Pedro.




Y en estas estamos cuando nuestro presidente decide pegarse un tiro en el pie. Yo comparto con Carmen Calvo lo de que ir a ver un concierto de rock también es cultura. Es más, es un gesto a tener en cuenta que el presidente del Gobierno decida apoyar un festival tan conocido como el de Benicassim, faltaría más. Pero todos sabemos que el debate es otro muy diferente, y que la escandalera no se monta por la disparidad de criterios sobre el concepto de lo que es o no es cultura, o sobre lo que es o no es apoyar con tu presencia un evento cultural.




Una vez más la crisis la generan las medias verdades cuando no las mentiras directamente. Tenemos infinidad de casos que a muchos se os vendrán a la cabeza en donde el problema al final no es tanto la primera denuncia, que ya de por sí tiene un considerable entidad, como enredarse en tratar de justificar lo injustificable. Tomar ese camino siempre, repito, siempre es un error y más en estos tiempos de hiperconexión e hipercomunicación en los que vivimos. Siempre habrá un móvil que te ha grabado, un email que enviaste, o un chat de whatsapp para desacreditar tu versión.




En este caso ni siquiera ha hecho falta que alguien filtrara, copiara, grabara o capturara nada. La mentirijilla estaba en la agenda oficial que Moncloa pone a disposición de todo el mundo, y allí no había acto oficial alguno con el Festival de Benicassim o The Killers. Tan cutre e innecesaria ha sido la catarata de disculpas, que se colocaron sendos encuentros con la alcaldesa de Castellón y con Ximo Puig para 'justificar' el viaje. El Pedro Sánchez fetén, el killer de la comunicación que todos conocemos hubiera hecho las cosas de otra manera. 




"Me voy a apoyar el Festival de Benicassim porque creo que esto también es cultura, y para que veáis que no voy de farol lo meto en la agenda oficial. Además, como es fin de semana y tengo que conciliar, me llevo a mi mujer. Sé que esto parece otra cosa, pero mi objetivo es darle también su espacio a este tipo de expresiones artísticas".

"Pero presidente, podía haber elegido un grupo español, así de paso apoya lo de aquí. Si además el grupo es catalán hubiera sido ya la guinda del pastel o en este caso 'la enxaneta del castell', ¿no lo cree?".

"Mire, qué más da ir a ver The Killers o a La Cabra Mecánica. Lo importante es que este es un Gobierno transparente, multicultural y un poco indie".

"The Killers son una banda de rock".

"Imagine que me invento una agenda oficial para venir a ver este concierto. No estaríamos teniendo este diálogo de besugos".

"Que se cree usted eso".



martes, 17 de julio de 2018

El caos soy yo




Antes de que se supiera que Trump iba a ser presidente de Estados Unidos, en plena campaña electoral, el entonces candidato pronunció aquella mítica frase sobre lo que pensaba de sus votantes 'I could shoot somebody and I wouldn’t lose any voters'. No sé si para entonces él también conocía lo que muchos repiten como loros en Estados Unidos, el supuesto vídeo con prostitutas en un hotel de Moscú con el que Putin, dicen, le chantajea.

Si te van a seguir votando aunque tirotees a la gente por la Quinta Avenida ¿qué mayor problema puede haber en que te graben de fiesta con unas fulanas? Posiblemente una sociedad tan hipócrita como la americana, que sustituye las palabrotas por pitidos y que entra en colapso con una teta de Janet Jackson, realmente pudiera llegar a comprender que un pistolero de pelo platino tuviera la necesidad de vaciar el cargador de su colt 45 en pleno centro de Nueva York. Suena tan John Wayne...

La cuestión es que desde entonces vivimos una presidencia la mar de convulsa, en la que lo único que se mantiene inalterable es el crecimiento de la economía norteamericana. Crecían con Obama y lo siguen haciendo con Trump, con lo que a los no iniciados en materia económica no nos acaba de cuadrar nada de lo que lleva haciendo Trump desde que es presidente, y mucho menos el terremoto geopolítico que ha provocado en la última semana.

La cosa ya viene calentita desde la última reunión del G7 en la que no estuvo Putin a pesar de que, oh sorpresa, Trump dejó claro que debía estar. Un G8-1 en el que tuvimos ración y media de comunicación política de la fetén, esa que llevan a cabo los equipos de los respectivos gobiernos. En una recopilación deliciosa que hizo el periodista Fabian Reinhold pudimos ver cómo cada equipo de comunicación trató de vender la imagen de portada que debía ilustrar la reunión. Los más rápidos, al menos de cara a nosotros, fueron los alemanes, cuya foto de Merkel en el centro de la escena es para mí el fiel reflejo de lo que fue la reunión. Un todos contra Trump, el niño travieso que se cruza de brazos,  se lleva el balón y se niega a seguir jugando. Por cierto, Putin le regaló uno ayer por si acaso.




Con el paso de los minutos nos fueron llegando las visiones de los otros equipos de comunicación. Los franceses, como es lógico, situando a Macron en el centro de la escena, quitando protagonismo a Merkel y a Trump, a los que apenas se aprecia.




El equipo de Trump creo que intentó reflejar que el ambiente no era tan malo como se estaba diciendo en los medios (fake news!!!). Sitúan a Trump en el centro de la escena aunque sacrifican que apenas se le ve con el hecho de que las caras están más sonrientes y relajadas.


Trudeau, no podía faltar en esta carrera por comunicar más y mejor. Preocupación entre los presentes, el niño del balón sin ganas de cambiar su posición, pero llega él, que se va a sentar a su lado. No sabemos si para hacerle entrar en razón o para hacerle compañía.



Días más tarde Trump subía esta foto, junto con otras tres, en la que se le ve cómplice con Merkel (la coge la mano y todo, vaya confianzas) mientras que alrededor las caras, de nuevo, están más relajadas.




La cuestión es que desde entonces hemos tenido una posterior gira de Trump por Europa en la que ha ido pisando todos los callos que ha podido. Críticas al Brexit blando de May, críticas a la política comercial de la UE, y enésima bronca en la OTAN pidiendo que nos gastemos más dinero en Defensa. Bronca hasta que da una rueda de prensa con Theresa May y todo le parece maravilloso y aquí no ha pasado nada.



Los efectos ante esta actitud tan desconcertante no se han hecho esperar, Trump no es un socio fiable para la UE, así que casi al mismo tiempo que ocurría todo esto, más la reunión con Putin para cabrear a todo el mundo menos a Putin, la UE se ha sentado con China (¡¡¡quién lo iba a decir!!!) para defender el libre comercio. 

Otro tanto se ha hecho con Japón, con quien acabamos de sellar la creación de una zona de libre comercio, sin olvidar que además nos mantenemos firmes en el apoyo al acuerdo nuclear con Irán, y que nuestras 
relaciones con Rusia no son tan malas como le gustaría a Estados Unidos, aunque me temo que no tan buenas como las que que tienen Trump y Putin. Ay ese vídeo.

Curiosamente, una de las pocas cosas que ha hecho bien Trump ha pasado totalmente desapercibida. Más aún, ha sido criticada por ser exactamente lo contrario a lo que se ha contado. 

Lo ha explicado Antonio Camuñas en su cuenta de Twitter. Todo lo que nos han vendido como un clamoroso 'no saber estar' de Trump en esa visita de cortesía a la Reina Isabel II, parece que ha sido más bien un error del estricto protocolo de la Casa Real Británica. 

Más concretamente del oficial que debía caminar detrás de ellos y que lo hizo tarde, desconcertando a la Reina, pero no a Trump, que permaneció impasible esperando a que la Soberana Británica empezara caminar junto a él. 




Carne de meme, de titulares negativos, de terremotos financieros, todo eso y cosas mucho peores están ahondando en esa imagen caótica que tenemos de Donald Trump. Su comunicación política cuando le dedica un par de minutos, es como de que aquí no ha pasado nada. Pero sí que está pasando.

viernes, 13 de julio de 2018

Comunicación en crisis: Bisagra se escribe con 'B'


Tener que afrontar una crisis es posiblemente la situación menos deseada por un departamento de comunicación y a la vez, su razón de ser. Muchas crisis no se pueden prever pero sí al menos el protocolo a seguir cuando se nos presenta una. Para eso son necesarios planes de contingencia en los que cuantos más departamentos hayan hecho aportaciones, mejor. Eso sí, quien lidera su ejecución es el departamento de Comunicación.

De todas formas cuando nos referimos a una crisis no tiene que ser necesariamente un atentado, un accidente, una sentencia judicial o entrar en un concurso de acreedores. A veces una crisis puede ser simplemente cometer una falta de ortografía en un tweet. Esto que para un usuario anónimo no es más que una chinita en el zapato, en el caso de un cargo público puede acabar siendo una pequeña, e innecesaria, crisis de reputación.

En Cantabria acabamos de vivir algo así en las últimas 24 horas y su protagonista es nuestro flamante y parlanchín delegado de Gobierno, Pablo Zuloaga, que además es también secretario general del PSOE de Cantabria. 

Ayer estuvo de visita en una empresa, EDSCHA, que cumplía 40 años y como suele ser habitual en este tipo de conmemoraciones ha hecho un acto con autoridades regionales, aprovechando de paso para recordarnos a todos, en especial a esas autoridades, que ha invertido 30 millones de euros en los últimos 5 años. Esto es un clásico en la comunicación corporativa, quedas bien con los que mandan y ya que tienes más atención mediática de la habitual sacas músculo financiero, que esas cosas nunca vienen mal.

Tan clásico como eso es que el político de turno, da igual el partido, se haga fotos superinteresado paseando por la fábrica y después lo adorne con declaraciones en las que demuestra un conocimiento profundo de la actividad de la empresa, que siempre siempre siempre, "es clave en nuestro tejido industrial y en el desarrollo económico de Cantabria". Como si lo estuviera viendo.

Hasta aquí lo esperable. Pero incluso en una situación tan cómoda se puede meter la pata. A todos nos ha pasado y nos seguirá pasando. Lo importante es saber salir airoso y sobre todo, no hacer una crisis de una simple errata.


Las flechitas y la referencia al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española son mías. El resto es obra de Zuloaga o de su equipo, que yo no sé quién le tuitea las cosas. Vale, han cometido una (dos) falta de ortografía, no pasa nada. Se borra el tuit y si se considera oportuno se vuelve a subir. 

¿No? Pues no, aquí comienza una breve historia de despropósito comunicativo.

Lo primero que debes preguntarte cuando te sacan los colores en twitter por una falta de ortografía es si merece o no la pena rectificar. Yo soy de la opinión de que normalmente sí, sea quien sea el que te llama la atención por el error. Sobre todo por ti y tu timeline, que las faltas de ortografía quedan muy feas.

Zuloaga y su equipo debieron considerar que no era necesario rectificar. Horas después seguían los tweets con sus 'visagras'.

Y claro, había que recordarlo




Si además de haber cometido el primer error, la falta de ortografía, y el segundo, no corregir, siempre estás a tiempo de rectificar, siempre. Borras los tuits y santas pascuas. Claro que ya después de tantas horas tu visita a EDSCHA se perdería, con lo que tienes la opción de hacer un tweet nuevo diciendo "pues muy bien todo en la visita a esta estupenda fábrica de BISAGRAS... etc etc".

Pues no, todo lo malo es susceptible de empeorar. Y viendo como actuaron Zuloaga y sus chicos, en el siguiente capítulo estaba claro que ya podía ocurrir cualquier cosa. 

¿Qué hicieron? Una rectificación al 50%, es decir, borrar uno de los dos tweets con falta de ortografía y dejar el otro porque oye, un delegado de Gobierno y secretario general del PSOE de Cantabria puede vivir con una patada al diccionario en su timeline, ¿no? 



Bueno, realmente ni se puede ni se debe. Es innecesario y fácil de solucionar, a no ser que creas que "esto del Twitter no lo lee nadie". 

La cuestión es que en esta pequeña historia quedaba un último capítulo por escribir, con dedicatoria para Barbara Streisand. Es de primero de Comunicación que los errores cuanto menos los recuerdes mejor, ya que es muy posible que haya mucha gente que no se haya enterado de ellos. Este es un buen caso ya que lo que era una anécdota lo han prolongado horas y horas innecesariamente.

A pesar de todos estos errores hay algo que juega a nuestro favor en estos tiempos que vivimos, y es que la actualidad engulle noticias del siglo cada seis horas y el foco mediático está cambiando continuamente. Sea cual sea la noticia que nos tuviera distraídos en las últimas horas, siempre hay algo más grande a la vuelta de la esquina esperando para acaparar toda la atención.

Por ello lo lógico es que hoy el delegado de Gobierno se levantara, nos dijera que ha salido el sol y que iba a hacer muchas cosas progres, porque para eso es también el secretario general del PSOE de Cantabria, el nuevo PSOE de Cantabria o el PSOE de Cantabria fetén.

Sin embargo... sí, siempre podemos ir a peor. 

Y así, a las 6 de la mañana, lo primero que ha hecho el señor Zuloaga ha sido recordarnos que ayer (¡¡¡qué lejos queda ayer!!!) para él o para su equipo las 'bisagras' eran 'visagras', que viene a ser la suma de la VISA + la VIAGRA (esta deducción la he cogido prestada).


Un tweet en el que además saca a pasear la manida excusa del 'autocorrector'. ¿En dos tweets, Pablo? ¿En serio? ¿Y cuando borraste uno y el otro lo dejaste tal cual? ¿Os falló el autoborrador?

Continuará... ¿acaso lo dudáis?

miércoles, 11 de julio de 2018

Estatuto de género


La reforma de género de la Constitución Española llega tarde, al menos en Cantabria. Aquí eso se hizo ya hace 20 años.

Sí, el Estatuto de Autonomía de Cantabria incorporó en su reforma de 1998 la perspectiva de género en su redacción aunque muchos cántabros y muchas cántabras, y me incluyo, no nos acordaremos o directamente no lo sabíamos.

Ha sido esta mañana tomando café cuando he hecho este, para mí, interesante descubrimiento mientras comentaba la última iniciativa (u ocurrencia) de la vicepresidenta del Gobierno de España, la señora Calvo, que ha pedido a la RAE que le cepille un poco esa machista Constitución nuestra. A mí mientras no sea para darle más privilegios a los de siempre que cambien lo que quieran, dentro de un orden.

En estos términos transcurría la conversación con mi interlocutor hasta que en un momento dado me espetó "pero vamos, que aquí eso ya lo hicimos en el 98". No, no se refería al Desastre de 1898, sino a la reforma del Estatuto de Autonomía de Cantabria de 1998, aquella del Pacto de Carmona entre PP, PSOE, PRC, UPCA e IDCAN.

Ni me acordaba de aquello. Así que me puse a bucear un poco en internet y aunque hay referencias a aquella reforma y al Pacto de Carmona, no he conseguido encontrar las que hagan mención a ese acuerdo de rehacer el texto estatutario teniendo en cuenta 'a todos y todas'. Mención aparte a la wikipedia, en donde la mayoría de los enlaces están incompletos o directamente rotos. 

Al final las cosas son más simples de lo que pensamos, y tras buscar las referencias sobre esa reforma me he ido a ver cómo está redactado ese texto en la actualidad, y efectivamente el toque de género de aquellos legisladores, todos hombres (al menos los cinco que se hicieron la foto) se puede ver en varios artículos.

Nos quedamos en el Título I en donde ya en el artículo 5 se habla de "los cántabros y las cántabras", en el artículo 9 de "los senadores y senadoras", o en los artículos 10, 11, y 15.1 en donde hace referencia a "los diputados y las diputadas".

En el caso del Presidente, artículo 17, hay un matiz. Se hace referencia a que quien opta al cargo a través de votación parlamentaria es "candidato o candidata", sin embargo no se habla de presidente o presidenta. La explicación me la da mi interlocutor "ahí no se cambió porque cuando se habla del Presidente se habla de la institución. Así fue como lo acordamos".

No he hecho una labor exhaustiva de investigación con lo que no sé si esos cambios se habrán llevado a cabo en otros estatutos de autonomía, ni si esas modificaciones se habrán llevado a cabo antes o después de nuestro estatuto. Lo que sí es cierto es que al menos en Cantabria ese debate llega tarde ya que lo superamos hace 20 años en nuestra ley más importante, después de la Constitución.

No veo mayor problema en hacer ese cambio "de género" en nuestra Constitución, aunque también es verdad que sería una gran contradicción que hablemos de españoles y españolas en un texto en el que se deja claro que de cara a la sucesión en el trono "se seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos".

Pero con este Gobierno de España de gestos y postureos tampoco nos vamos a sorprender por una contradicción más ¿verdad?

martes, 10 de julio de 2018

Rueda prensitis


Es una de las primeras ideas que te transmite el médico cuando le vas a contar que te sobran unos kilos con el convencimiento de que te tendrás que quitar algunos alimentos (vicios) de tu dieta. "Se puede comer de todo pero sin abusar". La cantidad sobre todo, aunque no hay que perder de vista la calidad, que no es lo mismo no comer demasiada carne roja que no comer demasiada bollería industrial.

Con las ruedas de prensa pasa un poco eso. Abusar está mal, aunque no es menos cierto que si no tienes nunca nada interesante que contar, des pocas o des muchas, darás sobre todo pena.

Sigue habiendo políticos experimentados que confunden la rueda de prensa con un mítin, y se ponen frente a los sufridos periodistas como si fuera ese mitín de cierre de campaña en el que les tienen que colar los eslóganes que cualquier clá entregada a la causa jaleará emocionada desde sus asientos. En serio, todavía pasa.

No podemos olvidar que la audiencia a la que nos dirigimos son profesionales de la información que extraerán de todo lo dicho aquello que sea novedoso, y en el caso de los eslóganes facilones, lo más posible es que acaben durmiendo el sueño de los justos. Una rueda de prensa es un recurso valioso si se sabe aprovechar, y lo fundamental es que ofrezcamos algo novedoso. Algo que vaya más allá de una simple, y también a su manera valiosa, nota de prensa. Fondo y forma. Tenemos que contar algo interesante, novedoso y hacerlo bien, de manera amena.

El fondo, lo novedoso, lo marcará la actualidad y de ahí la importancia de no hacer perder el tiempo a quienes convocamos. La forma es marcar claramente los principales mensajes, lanzar el que nosotros creemos que debe ser el titular a ver si pican y no ser demasiado exhaustivos, no tenemos que contarlo todo todo todo, porque no van a transmitir todo todo todo lo que contemos, y nadie se va leer todo todo todo lo que digamos. No hablo ya de la traslación a formatos audiovisuales, en donde como mucho se verán 20 o 30 segundos de nuestro mensaje principal, de ahí su importancia de marcarlo adecuadamente, acompañado de una locución del periodista con los datos fundamentales de lo que hemos dicho. Por eso no podemos contarlo todo todo todo, y sí lo importante.

En definitiva, convocar ruedas de prensa sin ton ni son para aburrir al personal con información sin importancia, o para ofrecer el sermón del día, es perder una oportunidad magnífica para colocar buenos mensajes y ser noticia.

¿Es por ello por lo que Pedro Sánchez no ha ofrecido una sola rueda de prensa desde que es presidente? Y podría añadir "sin que la clase periodística esté especialmente preocupada por ello". 

En el caso de Sánchez entiendo que su prioridad es construir un relato propio de sí mismo y de lo que quiere que su gobierno represente, y para ello las ruedas de prensa pueden ser un problema. Mejor declaraciones sin preguntas que tener que responder a la inquietud profesional del periodista al que has convocado, o tener que entrar a valorar la agenda de los medios cuando eres tú precisamente el que quieres marcar esa agenda. No es que no tenga nada importante que contar, es que no quiere contaminar su "relato" con notas a pie de página que distraigan la atención del lector.

¿Está mal hacer esto? No necesariamente, sobre todo cuando vivimos en una joven democracia en la que dar cuenta ante los ciudadanos (y los medios) de tu gestión es "cuestión de estado" si eres un político de derechas. Ahí, sin perdón y sin plasma, faltaría. Cuando eres de la ideología buena o buenista, pues oye, todo se relaja. 

Tanto tanto que hasta "El intermedio" se ha ido de vacaciones. Así cualquiera.


miércoles, 4 de julio de 2018

Entremeses veraniegos


No serán los últimos y de hecho al ritmo que avanza la actualidad, con un escándalo/crisis/noticiadelsiglo cada seis horas, posiblemente esto de lo que les hablo ya a más de uno se le habrá quedado viejo. Son tres historias de las últimas horas que no tienen demasiado que ver entre sí pero que comparten un nexo común, la comunicación, la buena y la aparentemente buena.

La primera es la historia de María Gómez, una periodista que a estas alturas conoce todo el país por su polémica sobre el acoso, el sexismo, el machismo, el feminismo y otros seísmos. Muchos madridistas ya la habíamos visto con Miki Nadal en '90 minuti', un programa de Real Madrid Televisión que aunque nunca me he tragado entero sí que he visto a ratos entre zapping y zapping.

Poco más sabía de ella hasta que la vi con Mediaset en las retransmisiones del Mundial de Rusia. No me extrañó verla en un evento relacionado con el fútbol por lo que acabo de comentar hace unas líneas, y sinceramente, no le di mayor importancia. Da bien en cámara (que no es lo mismo que ser guapa, que también lo es), espontánea, espabilada... 

En esta época de la información instantánea en todos los formatos imaginables, habíamos podido ver en redes y digitales que tanto ella como otras compañeras periodistas habían sido "molestadas", "acosadas"... mientras hacían su trabajo. En horas teníamos ya las imágenes, las tertulias, los tweets, los editoriales, y de paso también una "agria" polémica con otra compañera, Mónica Marchante, a la que se le atribuyen unas declaraciones cargando contra María Gómez por una serie de razones que no vienen demasiado al caso básicamente porque Marchante ya ha negado haber hablado de todo esto, al menos en público.

¿Con qué me quedo? No voy a entrar en el delicado y sobre todo extenso (y tenso) debate del feminismo o el machismo porque este blog no va de eso, prefiero quedarme con la reacción de María Gómez, que utilizando sus redes sociales ha explicado en un comunicado, que al menos en Twitter supera ya los 6000 RTs y los 15000 'me gusta', de donde viene, a qué fue, qué dijo, y algunos detalles menos conocidos de su historia con el chico que la llamó "guapa" en un directo. 

En dicho escrito explica también cosas que no sabíamos, al menos yo, entre ellas que tiene dos carreras, que son una o dos carreras más de las que tienen muchos de los que la han criticado. Sí, para mí eso es importante. 

Me ha parecido una forma efectiva e inteligente de cerrar la polémica en la que como suele ocurrir muchas veces, empiezas teniendo a mucha gente a favor hasta que alguien encuentra o manipula algo que has dicho, y toda la gente que estaba a favor quiere lapidarte al amanecer. Sus explicaciones, aunque no las comparta al 100%, me han parecido suficientes, y si las queréis leer podéis pulsar AQUÍ




Luego está lo de Borrell. Es mi debilidad, lo siento. Digo que lo siento porque ahora en el Gobierno de Posturitas Sánchez lo suyo sería zurrarle, que para eso juega en el PSOE. Yo con Borrell no puedo, no puedo. Me gustaría, pero no me sale.

Lleva varios años partiéndose la cara con el independentismo, poniéndoles frente a sus contradicciones, y siempre con elegancia, muchos datos, y más inteligencia. Que no, que no puedo zurrarle a Borrell, que me gustaría, pero no puedo.

Muchos sabréis el antepenúltimo lío de Torra (es que después ha habido más) en Estados Unidos y su incidente con el embajador de España, Pedro Morenés. Borrell no ha concedido margen de duda alguno sobre su respaldo al embajador y sus palabras en defensa de España, cosa lógica pero que en los tiempos que vivimos se agradece. Ha hecho algo más, que es con lo que me quedo. Ha explicado algo que estoy convencido de que se ha hecho siempre (quiero pensar que sí porque lo contrario sería para exiliarse), me refiero a las instrucciones a todos los embajadores para que cuando se den situaciones así, y se darán, sepan lo que tienen que decir y sobre todo, que lo digan.



Lo que no se comunica no existe, y saber que al menos hay esa inquietud en nuestro ministerio de Exteriores, y que se hace algo para tratar de enfrentarse a los desbarres independentistas en su afán por dejarnos a la altura del betún, es de agradecer. Será una larga lucha en la que la que se debe incidir en la comunicación, en la buena comunicación, algo en lo que hay que reconocer que hemos concedido demasiada ventaja. Bienvenida sea la rectificación.


Y luego está Zuloaga, Pablo, nuestro nuevo delegado de Gobierno en Cantabria. Pablo es además secretario general del PSOE cántabro, y con él me pasa lo contrario que con Borrell, con él sí, con él no hay día en el que no me quede anonadado ante  semejante comediante.



A la izquierda la toma de posesión de su antecesor en 2011, Samuel Ruiz el acto se celebró en la Delegación de Gobierno. A la derecha, Pablo, y un montón de gente, y un paraninfo (medio vacío), y el despiporre, el boato y la pompa impropia de un cargo que no está para figurar, sino para estar en un segundo plano, que es lo que han hecho siempre los delegados de Gobierno.

Es cierto que se gana un pastón, al menos en comparación con las primeras autoridades de Cantabria, que son el presidente del Gobierno y la presidenta del Parlamento. Pero eso es lo de menos. Su papel real es muy secundario, o al menos hasta ahora ha sido así.

Con el despropósito de esta mañana ¿qué mensaje nos transmite Pablo? Pues que su hoja de ruta es seguir siendo el rey del mambo. Tiene una institución que le va a dar visibilidad, porque eso es así, y por lo que se ve también va a contar con presupuesto de sobra para montar saraos a mayor gloria de sí mismo.

Tiene una ventaja, y es que para el ciudadano medio el delegado de Gobierno es una figura política de escasa relevancia, que saben que está ahí pero no saben muy bien para qué. Esto de hoy, y el mismo hecho de que se nombre delegado de Gobierno al líder de un partido político, es de esas polémicas que quedan de puertas para dentro, para todos aquellos que conocemos el funcionamiento de las instituciones, para lo que están y para lo que no están. Eso sí, el ciudadano de a pie le verá a partir de ahora en todos los actos junto a Revilla, que es de lo que va esto. Y claro, en el protocolo ¿quién le va a negar la palabra al delegado de Gobierno si quiere dirigirse a la concurrencia?

No es menos cierto que ese supuesto papel de transmisor de las necesidades de los cántabros a La Moncloa es algo que no le corresponde a él, sino a Revilla, que también es verdad que ahora, sin Rajoy, está ya un poco, bueno no, más bien bastante desganado para meterse en esos líos.

No, un delegado de Gobierno, ni este ni ninguno, no se va a encadenar a ningún sitio para reivindicar nada, porque lo que están es para obedecer al Gobierno de España, que para eso le ponen ahí. Así que sólo nos queda ver el color del lacito que usará Pablo para vendernos las cosas de Posturitas Sánchez. Nos queda eso y un montón de risas.

lunes, 2 de julio de 2018

Predicar y participar


No hablaremos de dar trigo porque eso, sinceramente, está sólo para los elegidos. Sin embargo en este país nuestro lo de predicar es deporte nacional, ni siquiera hace falta tener púlpito o tribuna parlamentaria. Hombre, hombre, que tenemos Twitter también.

Y luego eso de participar, lo que tanto decimos que queremos hacer hasta el momento en el que nos dicen que lo hagamos y, cosas de la vida, siempre tenemos algo mejor que hacer. Sea como fuere, la semana pasada se ha aprobado en Cantabria un proyecto de ley para rebajar los requisitos de la iniciativa legislativa popular. 

Ya no se necesitan 10.000 firmas, ahora son 5.000, se amplía sin embargo el tiempo para su recogida, de 3 a 6 meses. Junto a ello se han actualizado los requisitos y sobre todo se han tenido en cuenta las nuevas tecnologías. Además, los promotores podrán jugar a ser diputados, sin serlo, compareciendo en sede parlamentaria para exponer sus argumentos.

Es un debate curioso este de la participación ciudadana, cuando hay que recordar que ya hay unos señores que cobran por ejercer esa representación, sí, sí, efectivamente, porque los diputados (aunque algunos cuando no lo eran dijeran lo contrario) son los que nos representan. Es más, existen cauces de sobra para contactar con ellos de forma individual o incluso colectiva, que dicho sea de paso, es a lo que dedican gran parte de su tiempo, a recibir a personas y colectivos que les transmiten sus problemas.

Luego ya es cosa del grupo parlamentario de turno que la propuesta encaje en su programa o en su concepción de la sociedad, y que se quiera ir un paso más allá. Es más, a poco que haya 'una poca de gente detrás' y no tienen que ser 5.000 ni 500 si me apuras, normalmente estas cuestiones acaban llegando a los plenos. Lo habitual es que sea de manos de la oposición, que sobre todo en estos casos está para predicar y predicar. Y el Gobierno a buscar el trigo.

En Cantabria además, aunque es muy poco conocida, existe una herramienta de participación en la elaboración de las leyes que se llama 'Parlamento Abierto'. La pusimos en marcha la pasada legislatura. Lo cierto es que la falta de apoyo por parte de los grupos parlamentarios y los medios de comunicación le han hecho dormir el sueño de los justos. Como nadie habla de ella, nadie sabe que existe.

Únicamente exige registrarse en la web del Parlamento y a continuación no es más que mirarse los textos legales y hacer propuestas. El sistema permite que todas aquellas propuestas que se hagan lleguen directas a los grupos parlamentarios. Una vez recibidas las pueden debatir en público en el mismo chat de la aplicación, o contactar vía email con el interesado para continuar el debate y quien sabe si incluso cerrar una cita en persona para charlar más tranquilamente.

Creo que nos queda mucho mucho camino por recorrer aún en términos de participación en la vida pública, y quizás Parlamento Abierto, como otras cosas en la anterior legislatura, quizás fue demasiado por delante de la sociedad y de los propios medios de comunicación, que apenas le prestaron interés.

Así que obviando que también plataformas como Change.org llegan, cuando menos, a mediatizar a los políticos al juntar unos cientos de firmas, con peticiones que te llegan por whatsapp y redes sociales, demos una oportunidad a esta ley para mejorar la participación. 

Veremos en qué queda tras el debate que, imagino, tendrá lugar en el próximo periodo de sesiones, el último que se desarrollará en su totalidad, ya que al final del primer trimestre de 2019 cerraremos San Rafael y nos tiraremos a la carretera en busca del voto autonómico.