martes, 10 de julio de 2018

Rueda prensitis


Es una de las primeras ideas que te transmite el médico cuando le vas a contar que te sobran unos kilos con el convencimiento de que te tendrás que quitar algunos alimentos (vicios) de tu dieta. "Se puede comer de todo pero sin abusar". La cantidad sobre todo, aunque no hay que perder de vista la calidad, que no es lo mismo no comer demasiada carne roja que no comer demasiada bollería industrial.

Con las ruedas de prensa pasa un poco eso. Abusar está mal, aunque no es menos cierto que si no tienes nunca nada interesante que contar, des pocas o des muchas, darás sobre todo pena.

Sigue habiendo políticos experimentados que confunden la rueda de prensa con un mítin, y se ponen frente a los sufridos periodistas como si fuera ese mitín de cierre de campaña en el que les tienen que colar los eslóganes que cualquier clá entregada a la causa jaleará emocionada desde sus asientos. En serio, todavía pasa.

No podemos olvidar que la audiencia a la que nos dirigimos son profesionales de la información que extraerán de todo lo dicho aquello que sea novedoso, y en el caso de los eslóganes facilones, lo más posible es que acaben durmiendo el sueño de los justos. Una rueda de prensa es un recurso valioso si se sabe aprovechar, y lo fundamental es que ofrezcamos algo novedoso. Algo que vaya más allá de una simple, y también a su manera valiosa, nota de prensa. Fondo y forma. Tenemos que contar algo interesante, novedoso y hacerlo bien, de manera amena.

El fondo, lo novedoso, lo marcará la actualidad y de ahí la importancia de no hacer perder el tiempo a quienes convocamos. La forma es marcar claramente los principales mensajes, lanzar el que nosotros creemos que debe ser el titular a ver si pican y no ser demasiado exhaustivos, no tenemos que contarlo todo todo todo, porque no van a transmitir todo todo todo lo que contemos, y nadie se va leer todo todo todo lo que digamos. No hablo ya de la traslación a formatos audiovisuales, en donde como mucho se verán 20 o 30 segundos de nuestro mensaje principal, de ahí su importancia de marcarlo adecuadamente, acompañado de una locución del periodista con los datos fundamentales de lo que hemos dicho. Por eso no podemos contarlo todo todo todo, y sí lo importante.

En definitiva, convocar ruedas de prensa sin ton ni son para aburrir al personal con información sin importancia, o para ofrecer el sermón del día, es perder una oportunidad magnífica para colocar buenos mensajes y ser noticia.

¿Es por ello por lo que Pedro Sánchez no ha ofrecido una sola rueda de prensa desde que es presidente? Y podría añadir "sin que la clase periodística esté especialmente preocupada por ello". 

En el caso de Sánchez entiendo que su prioridad es construir un relato propio de sí mismo y de lo que quiere que su gobierno represente, y para ello las ruedas de prensa pueden ser un problema. Mejor declaraciones sin preguntas que tener que responder a la inquietud profesional del periodista al que has convocado, o tener que entrar a valorar la agenda de los medios cuando eres tú precisamente el que quieres marcar esa agenda. No es que no tenga nada importante que contar, es que no quiere contaminar su "relato" con notas a pie de página que distraigan la atención del lector.

¿Está mal hacer esto? No necesariamente, sobre todo cuando vivimos en una joven democracia en la que dar cuenta ante los ciudadanos (y los medios) de tu gestión es "cuestión de estado" si eres un político de derechas. Ahí, sin perdón y sin plasma, faltaría. Cuando eres de la ideología buena o buenista, pues oye, todo se relaja. 

Tanto tanto que hasta "El intermedio" se ha ido de vacaciones. Así cualquiera.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.