viernes, 26 de octubre de 2018

La edad de la inocencia

Pellinni
Leo a una candidata a primarias de Izquierda Unida de Cantabria hablar de lo necesario que es que su formación entre en el Parlamento porque "allí hay gente que está un poco alejada de la realidad". Una expresión que me recuerda TANTO a Podemos y Ciudadanos cuando no estaban en el Parlamento, que casi casi me atrevo a aventurar que si IU acaba entrando al Antiguo Hospital de San Rafael seré testigo de un nuevo baño de realidad.

Esta legislatura está siendo compleja, muy compleja, y una auténtica caja de sorpresas. Si analizamos cómo estaban 'los bolos pinados' en 2015 y los que quedan ahora en pie, realmente podríamos decir que estamos ante un parlamento irreconocible. Quitando el PRC, que acaba de anunciar que en 2019 volverá el Día de la Marmota y Revilla se encaminará hacia su 80 cumpleaños calentando asiento en la Cámara, el resto de partidos ha pasado por todo tipo de vicisitudes.


Parlamento de Cantabria

Pero fijémonos un poco en 'la nueva política', que en teoría y sólo en teoría representan Podemos y Ciudadanos. Los primeros entraron con 3 diputados y los segundos con 2, y vaya por delante que a mí me ha parecido un soplo de aire fresco tener nuevas voces en la tribuna, nuevos puntos de vista... aunque al final también los clichés de siempre porque la realidad siempre supera a la ficción.

A día de hoy Podemos está fracturado en, al menos, tres facciones, una por cada diputado. A saber, la portavoz acosada por el ex-secretario general y también diputado, y ambos enfrentados con el tercer diputado en discordia. Esto es una simplificación de la situación real, pero no está en mi ánimo ir más allá, aunque sí evidenciar que si la nueva política era esto más valía 'lo malo conocido'.

Pero en Ciudadanos la cosa no está mucho mejor. Eran dos y ahora son, uno por un lado y otro tránsfuga de libro. Aquí la nueva política lo que nos ha servido en bandeja ha sido la incapacidad del sistema para deshacerse de quienes se aprovechan de su acta de diputado para pegarse la gran vida aunque ya no representen los colores por los que acudieron a las urnas. Y tampoco iré más allá en este caso.


Parlamento de Cantabria

¿Le ha ido mejor a la 'vieja política'? Pues no mucho mejor, seamos realistas, pero volviendo al objeto de este post, creo que el mensaje de que lo nuevo va a mejorar algo en el Parlamento de Cantabria por el simple hecho de ser nuevo va a ser que no. Si se diera el caso de que Izquierda Unida entrara en el Parlamento de Cantabria (la última vez fue hace 20 años) los cambios que pueda introducir en las dinámicas parlamentarias se deben sustentar en ideas y proyectos. 

Si consiguen entrar cobrarán lo que estipula el Parlamento, contratarán asesores, tendrán plaza de aparcamiento... todas aquellas cosas que les pueden parecer ahora 'privilegios alejados de la realidad', pero que son LA NORMALIDAD. Una normalidad que la 'nueva política' ha asumido sin mayores miramientos, porque aunque se hable poco de ello, el de Cantabria es uno de los parlamentos más austeros de España. 

Los líos internos de los partidos poco tienen que ver con el mejor o peor funcionamiento del Parlamento... pero eso ya es otra historia.

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